El golfista californiano deberá cumplir un año de servicios comunitarios tras ser hallado el pasado mes de mayo dormido al volante de su coche en una carretera de Florida. La mezcla de un sedante para la ansiedad y un opioide en su organismo fue el desencadenante.
Parece que el 14 veces campeón de torneos de Grand Slam va de mal en peor. Primero fue su adicción al sexo que en el 2009 le llevó a la ruptura de su matrimonio con Elin Nordegren al confesar públicamente haberle sido infiel en reiteradas ocasiones, pagando hasta 60.000 dólares por los servicios de una prostituta.
Ahora son sus problemas de espalda, que le obligaron a retirarse del Dubai Desert Classic el pasado febrero y todavía no ha vuelto a pisar un torneo. El uso excesivo de medicamentos para paliar el dolor le ha llevado a quedarse dormido al volante mientras conducía el pasado mes de mayo. Esto le llevó a ser arrestado y recientemente ha sido condenado a asistir a un programa de rehabilitación para conductores bajo la influencia de alcohol y drogas.
En dicho programa, los infractores deben pagar una multa de 250 dólares y cumplir con un periodo de doce meses de servicio comunitario con libertad condicional para el infractor, aunque el señor Woods no se declarara culpable ante la acusación. Cuando le hicieron las pruebas de alcoholemia dio negativo, pero en las pruebas de consumo de drogas se encontró una mezcla de sedante para la ansiedad y un opioide.
Así que el deportista americano tendrá que aportar sus servicios a la comunidad y, quién sabe, quizás una extraña tormenta eléctrica podría alcanzarle, dándole un súper poder, como le ocurriera a los protagonistas de la serie Misfits.
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